¡Antes de que llegue el frío, toca revisar caldera y radiadores!

¡Acabamos de dejar atrás el verano y nosotros ya pensamos en la temporada de frío! Y es que este es el mejor momento para dejarlo todo preparado, no sea que el primer día de invierno, nos quedemos sin calefacción. 

Realizar un buen mantenimiento del circuito de calefacción y de los radiadores, nos permitirá ahorrar. Por un lado, podemos estar alargando la vida útil de los aparatos unos 4 o 5 años. Y por la otra, estamos evitando que aumente el consumo energético de la caldera un 10% o un 20%, resultado que se verá reflejado en la factura. 

Es por eso que desde Tecníber te damos 5 consejos básicos sobre el mantenimiento de los radiadores y del circuito de calefacción. ¡Te ayudarán a evitar incidencias o ineficiencias, y sobre todo, a ahorrar en tu factura!


1. Limpieza a fondo  

Realizar una limpieza periódica de los radiadores es esencial para que la calefacción funcione correctamente. Parece absurdo, pero es fundamental. Esta se tiene que llevar a cabo cuando los radiadores no están en funcionamiento, por lo tanto, será ideal hacerlo ahora que todavía no hace frío. 

Este mantenimiento no tiene que ser solo superficial, sino que os recomendamos acceder a las partes más escondidas. Es por eso que lo tendremos que hacer con algún cepillo alargado, o bien con una aspiradora. 

Después de llevar a cabo esta limpieza, será más fácil examinar los radiadores: ver si hay fugas, si está oxidado… Y también evitaremos que una vez encendidos, circule todo este polvo por el ambiente.

 

 

2. Revisión de fugas 

Después de la limpieza, tenemos que revisar que los radiadores no pierdan, un hecho que suele pasar cuando las juntas y las gomas se secan. 

Con los radiadores fríos, coge un trozo de papel higiénico seco y pásalo por las juntas, válvulas y conexiones de los tubos. Si el papel está seco, no hay pérdidas, ahora bien, si se humedece o puedes ver alguna mancha, querrá decir que hay fuga y toca repararlo. 

Puedes intentar ajustar las roscas con una clave inglesa, y si no es suficiente, será necesario llamar a un técnico. Esta pérdida acostumbra a ser mínima, pero provoca que la presión del circuito baje y, por lo tanto, que perdamos eficiencia en la conducción de calor. La caldera consumirá más gas, para poder calentar el sistema.

 

3. Purga de los radiadores  

Un hecho muy común, y más en los periodos en los cuales no se utilizan, es la entrada de aire en el circuito. Este se acumula en lo alto de los radiadores y provoca que el radiador no se pueda llenar completamente de agua caliente y, por lo tanto, pierda efectividad. 

Si enciendes la calefacción y notas que hay alguna parte del radiador que no calienta suficiente, tocará purgarlos. 

Simplemente, cuando el radiador esté frío, abre despacio la válvula de purga con un destornillador o con una moneda. Pon un recipiente debajo. De esta válvula saldrá el aire acumulado, y sabremos que tenemos que parar cuando, en vez de aire, empiece a salir agua de forma homogénea.

 

 

4. Control de presión del circuito de calefacción 

Después de purgar los radiadores, seguramente el circuito habrá perdido presión. Así que es momento de comprobarlo. 

El manómetro de la caldera tiene que estar entre 1,2 y 1,5 bar, o bien, por encima del nivel rojo. Si está por debajo, tienes que dejar entrar agua al circuito. Y no sufras si te pasas, lo podrás solucionar sacando el exceso de presión por la válvula de drenaje del radiador.

 

 

5. Cambio de los tapones de los radiadores

Este es el paso más complicado, y por el que seguramente necesitarás ayuda de alguien con experiencia. 

Consiste en cambiar el tapón del radiador si la junta se ha secado, tiene fugas o se ha oxidado. Puedes apretar el tapón si hay una pérdida, pero probablemente esto solo te aguantará unos meses. La mejor opción es cambiarlo.

Tendrás que cerrar el grifo del radiador y desconectarlo del circuito para vaciar el agua, de este modo, podrás cambiar la junta y el tapón. Una vez hecho, vuelve a conectar el radiador al circuito de la calefacción y vuelve a revisar la presión de este, puesto que habrá bajado.

 

 

 

Aparte de estos 5 consejos básicos, encender la calefacción unas horas durante un par de días en la época de calor también te puede ayudar. O evitar tener cerca de los radiadores, muebles o elementos varios. 

 

¡Revisando circuito y radiadores, al principio y final de cada periodo de frío, y un buen mantenimiento te ahorrará problemas y dinero! Sigue nuestros consejos a través del blog y nuestras redes sociales. ¡Y si necesitas ayuda, tienes dudas o necesitas una revisión más exhaustiva, llámanos y vendremos tan pronto como sea posible! 

Y recuerda, que sobre todo, no te olvides de pasar el mantenimiento periódico de la caldera. El primer paso imprescindible para el buen funcionamiento de los radiadores. ¡Un mantenimiento, que exige la ley, y que es vital para obtener el 100% de seguridad!

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